Cae la tarde, y mientras muere el sol en nuestra preciosa desembocadura, da gusto contemplarla desde la última punta del espigón que colinda con el mar. La quietud y la calma que nos brinda el paisaje, bien merece una visita a Guardamar a la hora que el sol decide terminar su trabajo cada día. Nosotros lo hacemos a menudo. ¿ Quieres sentirlo tú ?...